2. 854 JULIO A. GONZÁLEZ-PIENDA, JOSÉ C. NÚÑEZ, LUIS ÁLVAREZ, SOLEDAD GONZÁLEZ-PUMARIEGA, CRISTINA ROCES, PALOMA GONZÁLEZ, ROBERTO MUÑIZ Y ANA BERNARDO
y Piñeiro, 2001), afectivo-emocional (González-Pienda, Núñez,
En relación a la implicación de los padres en la educación de González-Pumariega y García, 1997; González-Pienda et al., 2000;
los hijos es posible diferenciar dos tipos de investigación. En pri- McCombs, 1998; Núñez et al., 1998) y volitivo (Kulh, 2000), rela-
mer lugar, encontramos aquellos trabajos que buscan explicar có- cionados con las capacidades de equilibrio personal.
mo distintas conductas de los padres influyen en la motivación, Martínez-Pons (1996) define la implicación de la familia en el
autoconcepto, concentración, esfuerzo, actitud, etc., de sus hijos, proceso de autorregulación a través de cuatro tipos de conductas:
asumiendo que tales variables son condiciones fundamentales que , modelado (cuando la conducta de los padres ofrece ejemplos de
sensibilizando al individuo hacia la utilización de sus procesos y autorregulación en sus diversas fases y formas para poder ser ob-
estrategias cognitivas, incidirán significativamente sobre el apren- servados e imitados por sus hijos), estimulación o apoyo motiva-
dizaje y rendimiento posterior (Bempechat, 1990; Castejón y Pé- cional (cuando los padres favorecen la persistencia de los hijos an-
rez, 1998; Fantuzzo, Davis y Ginsburg, 1995; González-Pienda, te condiciones adversas), facilitación o ayuda (cuando los padres
Núñez, González-Pumariega, Álvarez, Roces y García, 2002; Ho- facilitan el aprendizaje aportando recursos y medios) y recompen-
koda y Fincham, 1995; Keith y Keith, 1993; Klebanov y Brooks- sa (cuando los padres refuerzan aquellas conductas o secuencias
Gunn, 1992; Marjoribanks, 1975; Morvitz y Motta, 1992; Patrika- que impliquen algún grado de autorregulación). En ese trabajo,
kou, 1996; Reynolds y Walberg, 1992; Veiga, 1997). Desde esta Martínez-Pons obtiene evidencia empírica de que este tipo de
perspectiva, González-Pienda et al. (2002) han obtenido evidencia comportamiento de los padres influye significativamente sobre las
de que ciertas dimensiones de la implicación de los padres respec- diferentes áreas del proceso de autorregulación del aprendizaje de
to a la educación de sus hijos (expectativas sobre el rendimiento, los hijos y esto sobre su rendimiento académico. No obstante,
expectativas sobre la capacidad para alcanzar logros importantes, Martínez-Pons no relaciona las conductas de incitación parental a
interés respecto de los trabajos escolares de los hijos, grado de sa- la autorregulación con cada una de las áreas específicas del proce-
tisfacción o insatisfacción con el nivel alcanzado por los hijos, ni- so de autorregulación, sino con una medida general del proceso de
vel y tipo de ayuda que prestan los padres a sus hijos a la hora de autorregulación del aprendizaje. Por otra parte, el modelo de auto-
realizar las tareas académicas en el hogar y conductas de reforza- rregulación del aprendizaje utilizado por Martínez-Pons en ese tra-
miento por parte de los padres respecto a los logros de sus hijos) bajo ha sido mejorado por aportaciones recientes de otros investi-
inciden significativamente sobre el rendimiento académico de sus gadores. Por ejemplo, Zimmerman (2000) estructura este proceso
hijos, no directamente como es lógico, sino indirectamente a tra- en tres fases: inicial (que incluye tanto el análisis de la tarea como
vés de su incidencia sobre variables personales de sus hijos tales la revisión de la propia motivación, creencias y orientación a me-
como su autoconcepto y autoestima como estudiantes, el patrón tí- ta), ejecución y control voluntario (procesos que tienen lugar du-
pico de atribución de la causalidad sobre los éxitos y fracasos aca- rante el trabajo sobre la tarea) y autorreflexión (sobre el resultado
démicos particulares (i.e., los resultados de los exámenes), así co- y las consecuencias del mismo y que incidirá sobre la fase inicial
mo su competencia aptitudinal para los aprendizajes académicos. del siguiente comportamiento de autorregulación del aprendizaje).
Estos resultados van en la misma dirección que los obtenidos en la En el presente trabajo, intentamos avanzar en esta nueva línea de
gran mayoría de las investigaciones realizadas al respecto, si bien investigación profundizando en el estudio de la influencia del com-
interesa resaltar que los efectos obtenidos en este trabajo son ma- portamiento parental autorregulatorio sobre el proceso de autorre-
yores que los hallados en la mayoría de los trabajos mencionados. gulación de los hijos en el contexto académico, no desde una pers-
En segundo lugar, están las escasas investigaciones que analizan pectiva general, sino centrándonos en una variable crucial de la pri-
cómo los padres se implican favoreciendo o dificultando el propio mera fase de autorregulación del proceso del aprendizaje: las cre-
proceso de aprendizaje mediante su influencia sobre las conductas encias personales generales acerca de la competencia como estu-
de autorregulación (Feldmann, Martínez-Pons y Shaham, diante (generalmente denominado como autoconcepto académico).
1995;Martínez-Pons, 1996; Zimmerman, Bandura y Martínez- En investigaciones actuales, se ha comprobado que el autoconcep-
Pons,1992). El cambio de perspectiva sobre el aprendizaje escolar, des- to académico incide significativa y positivamente sobre la adscrip-
de el clásico modelo cognitivo al modelo de aprendizaje autorre- ción de una concreta orientación a meta, el uso de estrategias cog-
gulado, ha supuesto también una nueva orientación para la investi- nitivas de aprendizaje (Núñez et al., 1998; Valle et al., en prensa) y
gación sobre la implicación familiar en el estudio y el aprendizaje el rendimiento académico (González-Pienda et al., 2002). También
escolar de los hijos. Los modelos de aprendizaje autorregulado tra- pretendemos explorar en qué medida este tipo de conducta de los
tan de integrar los aspectos cognitivos, afectivo-motivacionales y padres puede estar vinculada significativamente con otras dimen-
comportamentales del estudiante (Boekaerts, Pintrich y Zeidner, siones del autoconcepto (social, personal y general).
2000; Valle, Cabanach, Núñez, González-Pienda, Rodríguez y Pi-
ñeiro, en prensa). Según Boekaerts (1999), los modelos de apren- Método
dizaje autorregulado permiten: (a) describir los distintos compo-
nentes que están implicados en el aprendizaje exitoso, (b) explicar Participantes
las relaciones recíprocas y recurrentes que se establecen entre di-
chos componentes, y (c) relacionar directamente el aprendizaje con Las escalas de evaluación han sido respondidas por un total de
el yo o, lo que es lo mismo, con las metas, la motivación, la voli- 226 estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria de los cua-
ción y las emociones. Desde este nuevo paradigma lo que el alum- tro cursos de que consta. Del total de alumnos, 46 (20%) cursan
no aporta a las situaciones de aprendizaje no se identifica exclusi- primero, 66 (29%) segundo, 67 (30%) tercero y 47 (21%) cuarto.
vamente con los instrumentos intelectuales de que dispone, sino El 52% de los participantes en el estudio son alumnos (116) y el
que también implica los aspectos de carácter motivacional (Boeka- 48% (110) son alumnas. Todos los participantes asisten al mismo
erts y Niemivirta, 2000; Castillo, Balaguer y Duda, 2001; Coving- centro educativo, el cual pertenece a una z ona escolar de nivel so-
ton, 2000; Suárez, Cabanach y Valle, 2001; Valle, Cabanach, Nú- cial, económico y cultural medio-bajo.
ñez y González-Pienda, 1998; Valle, Cabanach, Núñez, Rodríguez
3. 855
INDUCCIÓN PARENTAL A LA AUTORREGULACIÓN, AUTOCONCEPTO Y RENDIMIENTO ACADÉMICO
eficientes de estabilidad entre .75 (relación con iguales del mis-
Medidas e instrumentos mo sexo) y .90 (matemátic as). En el presente trabajo de investi-
gación, se ha obtenido un alpha global de .95 y coefic ientes alp-
Cuestionario de Evaluación de la Inducción Parental a la Au - ha para la s subescalas que oscilan entre .73 (honestida d) y .91
torregulación. Esta escala es la adaptación a nuestro contexto cul- (matemáticas); el resto de las dime nsiones académ icas obtienen
tural del cuestionario elaborado por Martínez-Pons (1996) y titu- .83 (ve rbal) y .88 (académica general). En definitiva, por los re-
lado Parental Inducement of Self-Regulation. El cuestionario cons- sultados obse rvados de los estudios descritos, realizados con ta-
ta de cuatro subescalas (modelado, estimulación, facilitación y re - maños muestrales distintos, en contextos c ulturales y soc iales di-
fuerzo de las conductas propias del proceso de autorregulación del ferentes, etc., se puede conc luir que el SDQ-II es un instr umen-
aprendizaje), con un total de 20 ítems (5 por subescala). Martínez- to de eva luación muy fiable, sobre todo las subescalas de na tura-
Pons (1996) informa de una alta fiabilidad de la escala (aglobal, 100= lez a acadé mica que son las que se han utilizado en este trabajo
.90). En nuestro estudio, los datos indican que este instrumento es de investigación (matemática, verbal y académ ica general). En
altamente fiable, tanto a nivel de la escala en su conjunto (aglo- cua nto a la validez, existe un núme ro importante de estudios en
bal,226= .95), como respecto a sus dimensiones tomadas de modo in- muy diver sos c ontextos y culturas que apoyan tanto la validez es-
dividual (modelado: a = .76, estimulación: a = .94, facili-
226 226
tructural como la validez pr edictiva (i.e., Byr ne y Worth-Gavin,
tación: a = .91, refuerzo: a = .94). Con respecto a la validez de
226 226
1996; Marsh, 1989,1994; Marsh y Ric hards, 1988; Pérez, Día z,
constructo, el análisis factorial realizado (máxima verosimilitud, Núñez y González-Pienda, 1998; Pluc ker et al., 1997; Watkins y
con rotación oblicua) confirma la existencia de cuatro factores co- Akade, 1992; Watkins y Dong, 1994; Watkins y Mpofu, 1994;
rrespondientes a las subescalas teóricamente postuladas (estimula- Watkins, Lam y Regmi, 1991).
ción: 51.306% v.e., refuerzo: 8.227% v.e., facilitación: 7.067% Rendimiento Académico General. De las Actas que se elaboran
v.e., modelado: 6.606% v.e.), con un total de varianza explicada en las juntas de evaluación de junio hemos obtenido las notas de
del 73.206%. Tanto los datos aportados por Martínez-Pons (1996) los estudiantes en las asignaturas de Matemáticas, Lengua y Li-
como los obtenidos en este estudio muestran que los cuatro tipos teratura, Idioma y Conocimiento del Medio (Ciencias Sociales y
de conductas paternas evaluadas por este instrumento (principal- Naturales). Con éstas se ha construido una nueva variable igual al
mente el modelado y la estimulación a la autorregulación) se en- resultado de dividir la suma de las puntuaciones en cada área en-
cuentran significativamente relacionadas con el rendimiento aca- tre el número de asignaturas. A esta variable le denominamos ren-
démico. dimiento académico general.
Evaluación de las Dimensiones Académica, General, Social y
Personal del Autoconcepto. Para la evalua ción de esta variable Estrategia de análisis de datos
hem os utilizado el SDQ-II (Self Descr iption Que stiona ire-II),
elaborado por Marsh y sus colaboradores (M arsh, Relich y Con el objeto de analizar la relación entre la implicación pa-
Smith, 1983; Marsh, 1989). Los 102 ítems de que consta se en- rental en la inducción a la autorregulación del aprendizaje, el auto-
cuentran distribuidos en 11 subescalas o dim ensiones (Marsh, concepto y el rendimiento académico de los estudiantes, hemos
1992), de las cuale s siete ha cen refer encia a aspectos no acadé- procedido, en primer lugar, al estudio de los posibles patrones di-
mic os del yo (habilidades físicas, apariencia física, re lación con ferenciales en cuanto al ni vel o tipo de implicación de los padres
iguales del mismo sexo, relación con iguales del sexo opuesto, en el desarrollo y afianzamiento de los procesos de autorregula-
relación con padres, estabilidad emoc ional y honestidad), tres ción de los hijos. Esto se ha realizado mediante el análisis de con -
son de tipo académico (autoconcepto mate mático, verbal y resto glomerados (método de k medias). En segundo lugar, una vez
de asignaturas) y una medida de autoconcepto general. A partir identificados tales patrones de implicación parental, hemos lleva-
de las 11 escalas es posible obtener cuatro dimensiones genera- do a cabo varios análisis de la varianza tomando como variable in-
les del a utoconcepto: a) ac adémica general (subsum e las dimen- dependiente el resultado del análisis de conglomerados (una varia-
siones matemática, ve rbal y resto de asignaturas), b) social (rela- ble con diferentes niveles de implicación parental) y como varia-
ción con los iguales del m ismo sexo y de sexo opuesto, ca paci- bles dependientes, por un lado, las cua tro dimensiones generales
dad física y apariencia físic a), c) personal (r elación con los pa- del autoconcepto (académica, social, personal y general) y, por
dre s, honestidad y estabilidad emocional), y d) general (la di- otro lado, el rendimiento en las cinco áreas académicas (Matemá-
mensión primaria general). El SDQ-II es una esca la de evalua- ticas, Lengua y Literatura, Idioma, Sociales, Naturales). Para con-
ción muy fiable y válida (Byrne, 1996). Marsh (1989) informa de trastar la posible hipótesis del papel mediador del autoconcepto
coeficientes de consistencia interna par a las 11 subescalas que respecto del efecto encontrado entre la implicación de los padres
oscilan entre .83 ( estabilidad emoc ional) y .90 (apariencia física) en la inducción a la autorregulación y el rendimiento académico (y
con un alpha medio de .87. En un estudio con superdotados, no esperado según los resultados mostrados en el estudio de Mar-
Plucker et al., (1997) aplicó el SDQ-II a 459 alum nos y obtuvo tínez-Pons, 1996) hemos llevado a cabo un análisis de la cova -
índices de consiste ncia inter na de las subesc alas que oscilan en- rianza en el que la implicación parental es la variable indepen-
tre el .83 (académico general) y el .93 (relación con e l sexo diente, las cuatro dimensiones del autoconcepto funcionan como
opuesto, para la muestra de mujeres), con un alfa pr omedio de covariantes y el rendimiento en las cinco áreas académicas son las
.89. En otro estudio con e l SDQ-I I, Pérez Villalobos (1997) in- variables dependientes. En tercer lugar, con el fin de conocer el ti-
forma de coeficientes de fiabilidad de la escala de .96 y .97 en po de relación específica y su alcance, entre los tres tipos de va-
muestras distintas de adolescentes. Respecto a las subescalas en riables investigadas, nos hemos propuesto la contrastación del mo-
particular, obtienen índices que oscilan entre .79 ( honestidad) y delo completo de las variables del estudio mediante un análisis de
.94 (m atemá ticas) ; los prome dios también son semejantes en am- ecuaciones estructurales con el paquete estadístico LISREL 8 (Jö-
bas muestras: .87 y .88. En este mismo e studio, se aplica por se- reskog y Sörbom, 1996).
gunda vez el S DQ-II, con un año de intervalo, y se obtienen co-
4. 856 JULIO A. GONZÁLEZ-PIENDA, JOSÉ C. NÚÑEZ, LUIS ÁLVAREZ, SOLEDAD GONZÁLEZ-PUMARIEGA, CRISTINA ROCES, PALOMA GONZÁLEZ, ROBERTO MUÑIZ Y ANA BERNARDO
los hijos en el estudio y el aprendizaje. El 54,66% de los padres
Resultados (conglomerado 2, n= 123) son percibidos por sus hijos con un
gr ado impor tante en cuanto a su im plicación en mostr arse co-
Patrones de implicación parental mo modelos a utorregulatorios, estimula r su inter és por la auto-
rregulación a la hora del estudio, facilitar todo tipo de material
Para el estudio de los patrones de implicación parental, como y/o a yuda para que este proc eso sea posible y en r eforzar dif e-
ya se ha mencionado, hemos llevado a cabo diversos análisis de rencialm ente las conductas cara cte rísticas de un c omporta-
conglomerados, solicitando soluciones de 2, 3, 4 y 5 conglomera- miento a utorregulado. El 36,44% de los padr es (conglomerado
dos. En la Tabla 1, presentamos los datos correspondientes al aná - 1, n= 82) son pe rcibidos m ostrando una implica ción baja en las
lisis de 3 conglomerados seleccionados como la solución más ade- cuatro áre as de la autorregulac ión ya ref eridas. A juicio de los
cuada para representar tipos de patrones de implicación de los pa- hijos, 20 f amilias (8,88%, conglomerado 3) apenas muestran
dres en la inducción a la autorregulación en los hijos. ninguna conducta propia de las cuatro áreas indic adas. En sín-
Tres han sido los criterios que hemos seguido para decidir la te sis, se han identificado tres pa trones de comportamiento auto-
opción más congruente: a) que la solución convergiese en las 10 rregulatorio de los padres (pe rcibido por los hijos): me dio-alto
primeras iteracciones, b) que existiesen diferencias significativas (conglomerado 2), me dio-bajo (conglomerado 1) y m uy ba jo
entre los conglomerados en las cuatro áreas de autorregulación, y (conglomerado 3).
c) que fuese teóricamente coherente. En este caso, únicamente la
solución de 3 conglomerados ha superado satisfactoriamente los Patrones de implicación parental y autoconcepto
tres criterios.
En pr imer lugar, únicame nte e sta solución alcanzó la conver- La incidencia del tipo de implicación par ental en la inducción
gencia antes de las 10 iterac cione s. En segundo lugar, como po- de la autorregulación sobre las cuatro dimensiones del autocon-
demos observar en la ta bla 1, existen diferencias estadísticamen- cepto de los hijos la he mos abordado a través de un ANOVA 4
te significativas entr e los tres c onglomerados en las cuatro áreas (dimensiones del autoconcepto) X 3 (patrones de implicación pa-
de a utorregulación. Los r esultados de las compa raciones múlti- rental). Los resultados muestran que los diferentes tipos de impli-
ples e ntre los tres conglomerados pa ra cada una de las ár eas de cación parental conllevan diferencias estadísticamente significati-
autorregula ción ta mbién ofrecen difere ncias estadísticam ente vas en las cuatro dimensiones del autoconcepto: autoconcepto ge-
significativas entre los tre s conglomerados en las cuatro conduc- neral (F2,224 = 12,721; p<.000), a utoconcepto académico general
tas de implicación pare ntal. Este resultado nos indica que la di- (F2,224 = 12,868; p<.000), autoconc epto social general (F2,222 =
ferenciación de un grupo medio-ba jo y otro muy bajo (como los 8,559; p< .000) y autoconcepto privado general (F2,223 = 15,800;
de e sta solución), en vez de englobar en un único grupo estos dos p<.000). En las cuatro dimensiones del autoconcepto, se confirma
conglomerados (como sucedía en la solución de 2 c onglom era- que a mayor implica ción pe rcibida de los padres más positiva es
dos) , es del todo a propiada ya que existe n diferencias significa- la dimensión del autoconcepto de los hijos. No obstante, la aso-
tivas entr e ambos grupos (medio-bajo y muy bajo) . En tercer lu- ciación entre estas dos variables es r ealmente fuerte más allá de
gar, la solución de 3 conglome rados m uestra inter és y coheren- una im plicación percibida media (no existen diferencias estadísti-
cia teórica. camente significativas entre los conglomerados 1 y 3 –implica-
En la F igura 1, disponem os de la representación gráfica de ción medio- baja e implicación muy baja–), si bien las m edias del
esta solución de tre s conglome rados. En consecuencia, es posi- conglomerado 1 son siempre mayores que las del conglomerado
ble identificar tr es pa trones de implica ción de los pa dre s a la 3 (ver Tabla 2).
hora de facilitar y promove r el proceso de autorregula ción de
Tabla 1
Medias y desviaciones típicas de las cuatr o áreas de inducción a la autor regulación, centros y número de sujetos de los conglomerados y prueba de significación
de diferencias entr e conglomerados para cada ár ea
Conglomerado 1 Conglomerado 2 Conglomerado 3
Estimulación R fu zo (n= 82) 20,46 18,85
Modelado 24,05
Facilitación e er 21,70
5. (n= 123) (n= 20) M Dt F Sig.
26,11 16,15 23,15 5,40 074,96 ,000
Tabla 2
28,93 07,70 25,26 6,74 392,75 ,000
27,36 10,30 22,73 6,79 224,94 ,000
28,31 12,65 24,50 6,44 141,45 ,000
Medias y desviaciones típicas de las cuatro dimensiones generales del autoconcepto en función del tipo de patrón de implicación de los padres en la inducción
a la autorr egulación
Autoconcepto académico general Autoconcepto social general Autoconcepto privado general
Autoconcepto general
M Dt M Dt M Dt M Dt
3,77 ,852 2,21 1,00 3,05 ,953 3,53 ,901
Implicación muy baja 3,75 ,885 2,39 ,921 3,37 ,715 3,68 ,722
Implicación medio-baja 4,27 ,667 2,97 ,905 3,67 ,676 4,17 ,643
Implicación medio-alta
6. 857
INDUCCIÓN PARENTAL A LA AUTORREGULACIÓN, AUTOCONCEPTO Y RENDIMIENTO ACADÉMICO
p< .004), Lengua y Literatura (F2,224= 4,090; p<.018), Idioma
(F2,224= 5,853; p<.003), Ciencia s Sociale s (F2,224= 3,647;
p< .028) y Ciencia s Naturales ( F2,224= 4,766; p<.009). En la Ta-
bla 3, disponemos de las medias y desviaciones típicas de cada
uno de los tr es grupos de implicación par ental perc ibida en ca-
da una de las c inco áre as académicas r eferidas. La prueba de
comparaciones múltiples nos indica que la s difere ncias e stadís-
ticame nte significativas se establecen generalmente entr e los
conglomera dos 2 y 3 ( los dos extremos en cuanto a implicación
parental percibida).
Figura 1. Representación gráfica de los conglomerados resultado de los
tipos de implicación parental en la inducción a la autorregulación del
aprendizaje
Patrones de implicación parental y rendimiento académico
Al igual que en el c aso anterior, para contrasta r la relación
entre patrones de implica ción pa rental y rendimiento ac adé mico
he mos realiza do un ANOVA (3 nivele s de implicación X 5 áre-
as de r endimiento académico). Los resultados a portados por es-
te análisis muestran dif erencia s estadística mente significativas
en las cinco á reas académicas: Ma tem áticas (F2,224= 5,599;
7. cuadrado= .001) y Ciencias Naturales (F2,222= 0,207; p<.814; Eta
Mediación del autoconcepto en la relación entre implicación pa - cuadrado= .002).
rental percibida y rendimiento académico La participación de las c ovariantes en la explicac ión de la
variabilidad del re ndimiento a cadémico es seme jante e n las
Para contrastar el grado en que el efecto observado de la im- cinc o área s académ ica s evaluadas. En todas las áre as, las di-
plicac ión parental percibida sobre el rendimiento académico pue- mensiones a cadémica general y social son las que pr esentan
de ser como consecuencia de la mediac ión de las diferentes di- efec tos estadística mente significativos (salvo en el área de
mensiones del autoconcepto, hemos r ealizado un ANCOVA en el Ciencias Na turales en la que ta mbié n m uestra e fectos signifi-
que la variable independiente y las dependientes siguen siendo las cativos la dim ensión privada) . Como cabía e sper ar, sin excep-
mismas que en el caso anterior y se incluyen las dimensiones del ción, la dime nsión a cadémica e s la covariante que más varia-
autoconcepto como covariantes. Los datos aportados por este aná- bilida d del r endimiento explic a: el 34,8% del 40,2% de Le ngua
lisis matizan los obtenidos en e l ANOVA en el sentido de que la y Lite ratura, el 26,8% del 34% e n Ma tem átic as, el 32% del
influencia de la implicación parental observada en los análisis 37,3% e n e l área de Idioma , el 29,7% del 32,7% en C iencias
previos parece ser debida al efecto de las diferentes dimensiones Sociales y el 28,7% del 36,2% e n el área de las Ciencias de la
del autoconcepto. En c oncreto, en ninguna de las cinco áreas aca- Natura le za.
démicas la variable implicación parenta l muestra un efecto esta- En síntesis, los r esultados obtenidos muestra n con a bsoluta
dístic amente significativo: Lengua y Literatura (F2,222= ,104; nitide z que la implicación pa rental no influye dir ectamente so-
p<.901; Eta cuadrado= .001), Matemátic as (F2,222= 1,033; bre e l rendim ie nto a cadémico, sino de forma indirecta a través
p<.358; Eta cuadrado= .010), Idiom a (F2,222= 1,637; p< .197; Eta de otras variables (c om o en e ste caso pare ce se r e l autocon-
cuadrado= .015), Ciencias Sociales (F2,222= 0,140; p< .870; Eta cepto).
Tabla 3
Medias y desviaciones típicas de las cinco áreas académicas en función del tipo de pa trón de implicación de los padres en la inducción a la autor regulación
Idioma Matemáticas C. Sociales C. Naturales
Lengua y L.
M Dt M Dt M Dt M Dt M Dt
2,25 1,41 1,95 1,47 1,95 1,36 2,20 1,15 2,25 1,52
2,46 1,18 2,56 1,36 2,38 1,15 2,23 ,950 2,51 1,15
Implicación muy baja 2,87 1,19 2,98 1,38 2,79 1,24 2,61 1,12 2,93 1,17
Implicación medio-baja
Implicación medio-alta
Tabla 4
Ma triz de corr elación, medias y desviaciones típicas de las medidas de las variables del modelo causal
1 2 3 4 5 6 M Dt
Variable 1,000 23,15 5,400
1. Modelado
2. Estimulación 0,545 1,000 25,26 6,740
3. Facilitación 0,575 0,683 1,000 22,73 6,790
4. Refuerzo 0,494 0,643 0,628 1,000 24,50 6,440
5. Autoconcepto académico general 0,352 0,310 0,212 0,230 1,000 02,69 0,966
6. Rendimiento académico medio 0,195 0,266 0,114 0,129 0,674 1,000 02,62 1,080
8. Modelo de relaciones causales entre las áreas de implicación pa - del modelo es el RMSEA, que presenta un valor aceptable de
rental percibida, la dimensión académica general del autoconcep - 0,061 (con intervalo de confianza 0,0; 0,13). Además de los estadísticos
to y el rendimiento académico general indicados existe una gran cantidad de índices elaborados
para valorar el grado de ajuste entre el modelo teórico que queremos
El modelo hipotético a contrastar postula que la percepción por contrastar y el modelo empírico contenido en la matriz de datos.
parte del estudiante del comportamiento de los padres, en relación En general, se considera que son indicadores de un ajuste
a las cuatro áreas de la autorregulación (modelado, estimulación, aceptable cuando alcanza un valor de «0,90» y de un ajuste excelente
facilitación y refuerzo), incide significativa y positivamente sobre a partir de «0,95». Los más conocidos son el GFI y AGFI.
su autoconcepto académico. Es decir, a mayor percepción de implicación Estos índices de bondad de ajuste nos aportan información sobre
parental más positivo es el concepto que tiene de sí mismo la cantidad de varianza explicada en el modelo testado. Los valores
como estudiante, y viceversa. A su vez, el autoconcepto académico obtenidos en nuestro modelo (0,99 y 0,94, respectivamente)
incidirá significativa y positivamente sobre su rendimiento nos informan de un ajuste adecuado. Los datos aportados por otros
en las diferentes áreas académicas (rendimiento académico general). índices de bondad de ajuste, los cuales tienen en cuenta la influencia
Finalmente, la percepción de la implicación parental en los de diferentes variables (tamaño de la muestra, complejidad
cuatro tipos de conductas de autorregulación no incide directamente del modelo, grados de libertad, etc.), también ofrecen total
sobre el rendimiento académico. La contrastación de este apoyo para la aceptación del modelo hipotetizado en nuestro estudio
modelo nos permite, además, comprobar en qué medida las cuatro (NFI= 0,99; NNFI= 0,98; CFI= 0,99; IFI= 0,99; RFI= 0,95).
áreas de conducta autorregulatoria influyen del mismo modo sobre Finalmente, el LISREL nos aporta el índice CN, el cual nos facilita
el autoconcepto. En la Tabla 4, se encuentran las medias, desviaciones información sobre la adecuación del tamaño de la muestra más
típicas y las correlaciones entre las variables contenidas en que del ajuste del modelo. Valores de este índice superiores a 200
este modelo. indican un tamaño muestral satisfactorio. En nuestro caso, el valor
En la Figura 2, que esquematiza el modelo descrito, presentamos de CN es de 401,53, mayor de 200 y, por tanto, indicador de un tamaño
los r esultados obtenidos. El análisis de los mismos debemos muestral más que suficiente. Este dato nos está indicando
realizarlo en base a dos criterios: a) el grado de ajuste del modelo que la estimación del resto de índices y parámetros del modelo no
a la matriz de datos empíricos, y b) examen de los valores de los se encontraría influenciada por el tamaño muestral. En suma, estos
parámetros obtenidos y su adecuación a las hipótesis de partida datos parecen confirmar todas las hipótesis que habíamos planteado
(que han dado lugar al modelo). inicialmente y que han dado lugar al modelo de la figura 2.
En cuanto al primer criterio, observamos que el modelo ofrece En cuanto a la evaluación de los parámetros estimados en el
un ajuste excelente con los datos empíricos (χ2 = 7.34 con 4 grados modelo, encontramos que tanto la variable modelado como la de
de libertad y un valor p= .119); es decir, no podemos rechazar estimulación inciden de modo significativo sobre el autoconcepto
la hipótesis nula, la cual mantiene que no existen diferencias significativas académico general [r= 0,29 (t= 3,68; p<.000) y r= 0,22 (t= 2,36;
entre el modelo teórico y el correspondiente a los datos p<.05); en ambos casos el valor de t es superior a 1,96]. Sin embargo,
empíricos. Tenemos que indicar que éste es el criterio más exigente la relación entre la percepción de la conducta de facilitación
de cuantos se utilizan para juzgar el ajuste de un modelo. Un y de refuerzo de los padres y el autoconcepto académico de los estudiantes
estadístico también muy potente que nos informa sobre el ajuste no se muestra significativa [r= -0,12 (t= -1,26) y r= 0,02
(t= 0,22), respectivamente]. Por su parte, el autoconcepto académico
9. muestra una gran incidencia sobre el rendimiento escolar [r= autorregulado a la hora del aprendizaje en el marco escolar. Y
0,67 (t= 13,56)]. El autoconcepto académico se encuentra explicado aunque el comportamiento de autorregulación del estudiante únicamente
únicamente en un 25% (1 – 0,85) por las dimensiones de la percepción se encuentra explicado en un 25% por la implicación de
de la implicación parental en la inducción a la autorregulación los padres en este tipo de conductas, este autor concluye que este
del proceso de estudio y aprendizaje, mientras que el rendimiento tipo de comportamiento de los padres facilita su adquisición por
académico es explicado en un 45% (1 – 0,55) principalmente parte de los hijos a través de un proceso de aprendizaje observacional.
y de modo directo por el autoconcepto académico del estudiante A diferencia del estudio de Martínez-Pons, en nuestra investigación
(y de modo indirecto por la percepción de la implicación hemos pretendido contrastar en qué medida la «percepción»
parental percibida). Finalmente, aunque por motivos de claridad de este tipo de comportamiento de los padres se encuentra
no se incluyen en la figura 2, los parámetros correspondientes a la vinculado con el desarrollo de variables más ligadas al ámbito
correlación entre las cuatro variables referentes a la implicación de la afectividad (si bien existe un claro componente cognitivo),
parental (variables observadas y exógenas en el modelo), los datos como es el autoconcepto. Los resultados obtenidos llevan a la confirmación
obtenidos indican que todas ellas se encuentran correlacionadas de esta hipótesis: los estudiantes que mayor comportamiento
con valores estadísticamente significativos [(oscilando entre 0,49 autorregulado perciben en sus padres creen más en sí mismos
(t= 6,58; p<.000) y 0,69 (t= 8,42; p<,000)]. como estudiantes y, finalmente, obtienen un mayor rendimiento
Discusión en las diferentes áreas académicas (debido quizá, como
En esta investigación, se aportan datos que apoyan el supuesto postula Martínez-Pons, a un mayor uso de estrategias de autorregulación
de que la percepción que muestran los hijos en relación a las conductas a la hora del aprendizaje en el aula).
de autorregulación de sus padres incide significativamente Sin embargo, estos resultados no deberían esconder algunos interrogantes
que emergen con fuerza. En primer lugar, puede que la
sobre los niveles de la dimensión académica de su autoconce pto
relación encontrada entre percepción de la implicación de los padre s
(cómo se perciben de competentes como estudiantes). Siguiendo
en procesos de autorregulación y autoconcepto académico de los hijos
los modelos de autorregulación del aprendizaje, se entiende la implicación
necesite de más y mayores esfuerzos por investigar cómo se establece dicho
de los padres en la inducción a la autorregulación en sus vínculo, qué condiciones fa m i l i a res y escolares favorecen
hijos en términos de cuatro tipos de conductas: modelado (los hijos o limitan el desarrollo de esta relación, etc. En segundo luga r,
perciben que sus padres cotidianamente muestran motivación será necesario seguir inve s t i gando sobre las condiciones que cara ct
para aprender, fijan objetivos a alcanzar, utilizan estrategias para e rizan a las familias que se implican en el despliegue de comport amientos
su logro, dirigen, revisan y ajustan su comportamiento), estimulación que sirven de modelo para un comportamiento autorreg u l ado
(ante el fracaso inicial a la hora de imitar el comportamiento de sus hijos, que prestan atención a las necesidades de ap oyo y
autorregulado de los padres, los hijos reciben estimulación para la e s t i mulación de sus hijos a la hora de imitarles, que facilitan los rec
persistencia), facilitación (los padres prestan soporte y ayuda en u rsos necesarios para el desarrollo efe c t ivo de tales comport a m i e ntos
cuanto a los recursos necesarios para poder realizar un comportamiento y que refuerzan dife rencialmente la conducta de los hijos.
autorregulado: modos de organizarse, materiales, estrategias, Sin lugar a ninguna duda, tal como indica Martínez-Pons
etc.) y refuerzo (recompensa por parte de los padres de las (1996), una clara implicación de los resultados de su investigación
conductas de sus hijos indicadoras de un comportamiento autorregulado). (y también del presente estudio) es la posibilidad de entrenar a los
Martínez-Pons (1996) ha mostrado que este tipo de implicación padres y madres de los estudiantes en la realización de un comportamiento
parental influye de modo positivo en el uso de un comportamiento
10. autorregulado en sus quehaceres cotidianos con el fin nal Psychology, 87, 272-281.
de que sean ellos quienes también fomenten un comportamiento Feldmann, S.C., Martínez-Pons, M. y Shaham, D. (1995). The relationship
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González-Pienda. J.A., Núñez, J.C., González-Pumariega, S. y García, M.
No obstante, la investigación futura deberá informarnos
(1997): Autoconcepto, autoestima y aprendizaje escolar. Psicothema,
de qué condiciones familiares son idóneas (y cuales no lo son) para
9, 2, 271-289.
la implementación de este tipo de intervención.
González-Pienda. J.A., Núñez, J.C., González-Pumari ega, S., Álva rez, L.,
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